El aislamiento nos pone a prueba. Y ante una prueba, nos podemos poner las gafas negras, con un filtro que detecta perfectamente todas aquellas dificultades que vemos en el día a día y lo que nos molesta del otro. Pero también podemos ponernos las gafas blancas, diseñadas especialmente para ayudarnos a relativizar todo aquello que no es tan importante en situaciones muy estresantes y poder visualizar la oportunidad de aprendizaje que se esconde tras un obstáculo.
Está claro que durante estas semanas de adaptación, es muy normal que nos encontremos con las emociones a flor de piel y lo vivamos todo de una manera más emocional que de costumbre. Por ello, no parece un panorama ideal para tomar decisiones precipitadas o pretender resolver conflictos enquistados del pasado por nuestra cuenta ahora que se tiene más tiempo.
Sin embargo, sí parece una buena ocasión para trabajar en pilares básicos de la pareja como la comunicación, la escucha emocional, la intimidad, el respeto por los espacios del otro y el enriquecimiento del nuestro propio.
Y a ti, ¿qué es lo que te está resultando más complicado? ¿qué estás convirtiendo en aprendizaje?
¿Te gustaría leer más sobre este tema? ¡Cuéntanos! Estaremos encantadas de poder ayudarte.
Un abrazo,
Alicia